El código de identificación del Jardín de Balata como miembro del "Botanic Gardens Conservation Internacional" (BGCI), así como las siglas de su herbario es FORFB.
En consecuencia, se revendió a la abuela del actual propietario quien la utilizó de inicio como residencia secundaria luego como vivienda principal durante su jubilación.
A su desaparición la finca se dejó abandonada durante diez años.
Luego vino el día en que la familia decide vender la finca y Jean Philippe Thoze se la quedó en propiedad.
Abrió sus puertas al público el 19 de abril de 1986 y su nombre es debido al del árbol balatá (Manilkara bidentata), en otros tiempos muy numeroso en estas tierras.