Ellemarra escapa y Richardson juró que Ellemarra había hecho uso de una fuerza sobre-humana y roto las cadenas, sin embargo se sospechó que Jandamarra lo había liberado.
En esa época esto era considerado una acción normal por parte de la policía.
Por tres años, Jandamarra llevó adelante una guerra de guerrillas contra la policía y los colonos europeos.
Se creía que solo un aborigen con poderes místicos similares podía matarlo.
Micki, que era un hábil rastreador también se decía tenía poderes mágicos, no era del pueblo Bunuba, y no le tenía miedo a Jandamarra.
Su cuerpo fue sepultado por su familia en las montañas Napier donde se lo colocó dentro de un árbol boab.