Leoš Janáček
[1] Alcanzó la madurez musical a una época tardía, cuando tenía alrededor de 50 años.Hasta principios del siglo XX, su producción musical estuvo influida por compositores nacionalistas checos como Antonín Dvořák.Los estudios que realizó en torno a la fonética de la lengua checa y sus investigaciones sobre la música tradicional le permitieron conseguir un estilo musical propio y original, al margen de las tradiciones centroeuropeas existentes hasta entonces, que se manifestó por primera vez en la ópera Jenůfa, estrenada en Brno en 1904.[5] Su importancia en los últimos años no ha dejado de aumentar, especialmente por la consideración cada vez mayor que sus óperas van adquiriendo dentro del panorama escénico del siglo XX, y también por la entrada en el repertorio de sus composiciones instrumentales y vocales.[27] Abatido y decepcionado, Janáček acude al balneario de Luhačovice para recuperarse.[31] Hacia 1906 empieza a colaborar con el poeta checo Petr Bezruč en la composición de diversas obras corales de carácter patriótico, como Kantor Halfar (1906), Maryčka Magdónova (1908), y Sedmdesát tisíc (Los Setenta Mil, 1909).La vida de Janáček en esta época experimenta diversas dificultades personales y profesionales.[33] Durante este periodo destruye algunas de sus obras, mientras que otras quedan inconclusas.Aunque se trata de una época de transición hacia su madurez definitiva, podemos encontrar en ella trabajos importantes como la cantata Věčné evangelium (El Evangelio Eterno, 1914), Pohádka (Cuento de hadas, 1910) para violonchelo y piano, el ciclo para piano V mlhách («en la niebla»), y su primer poema sinfónico, titulado Šumařovo dítě («el hijo del violinista»), ambos compuestos en 1912.[37] Un año más tarde, conoce a Kamila Stösslová, una mujer casada 38 años menor que él; aunque Janáček no fue correspondido en su deseo, Kamila y su familia sí mantuvieron una larga amistad con el compositor, y ella fue un motivo de inspiración para su música durante los años que le quedaban de vida.Janáček mantuvo con ella una apasionada y obsesiva correspondencia durante años, con más de 730 cartas.En 1919 termina el ciclo de canciones Zápisník zmizelého (Diario de un desaparecido), inspirado por su relación con Kamila Stösslová, al igual que su siguiente gran ópera, la tragedia Katia Kabanová (1921), sobre un drama del escritor ruso Aleksandr Ostrovski.Tras asistir en 1921 a una lectura del poeta y filósofo indio Rabindranath Tagore, usará un texto suyo para su obra coral Potulný šílenec (El loco vagabundo, 1922).Ese mismo año recibe el primer doctorado honoris causa otorgado por la Universidad Masaryk de Brno.En 1926 termina la Sinfonietta dedicada a la organización patriótica Sokol, una monumental obra orquestal que rápidamente consigue un gran éxito.En el mismo año viaja a Inglaterra invitado por la escritora y crítica Rosa Newmarch.[43] Las obras corales de Janáček, conocidas particularmente en Chequia, están consideradas muy exigentes.No es fácil clasificar las obras de Janáček en un estilo concreto, pues su música es muy personal.Sus obras maduras muestran una construcción a base de breves motivos formados por pocas notas, que se repiten constantemente, apoyados en un uso sorprendente de la armonía más tradicional y con ritmos casi siempre irregulares y asimétricos.