Consagró sus tiempos libres a la botánica y visita Provence, Languedoc, España, Italia.
Permanece veintitrés años en Roma y creará un jardín botánico.
Hace grabar sobre cobre numerosas ilustraciones para ser inclusidas en su libro.
Regresó a París en 1672, muriendo antes de completar su proyecto.
Y en 1721 Plantae per Galliam, Hispaniam et Italiam observatae, iconibus aeneis exhibitae.