Bellin produjo una considerable cantidad de gráficos y mapas, entre los cuales es destacable un gran mapa del mar de Francia llamado Neptune François.
Estos mapas ganaron fama y respeto en toda Europa como muestra el que fueron reeditados durante todo el siglo XVIII y también el siglo XIX.
Produjo también mapas de formato más pequeño como el Petit Atlas Maritime 1764 (5 vol.)
Estableció además un estándar muy elevado en cuanto a la exactitud en la terminación y haciendo ganar así a Francia un papel de primer plano en la cartografía y geografía europeas.
Muchos de sus mapas fueron copiados por otros cartógrafos europeos.