Jacome Vaccaro

De los cinco restantes, sólo uno era varón, Pedro, quien aparece trabajando como tallista.Baccaro se adaptó a la estética imperante en la Andalucía de la época: predilección por la madera tallada y policromada para las esculturas y los retablos —aunque también trabajó el mármol y la piedra—, así como una continuidad de las formas barrocas, aunque con cierta evolución al neoclasicismo.A falta aún por descubrir parte de su producción, su principal obra documentada se halla en la catedral de Jerez de la Frontera, antigua colegial, cuyas obras abarcaron gran parte del setecientos.Según consta en los estudios realizado por el Doctor en Historia del Arte Don José Manuel Moreno Arana.245-251; F. Aroca Vicenti, “Aportaciones al retablo del siglo XVIII en la Baja Andalucía: el modelo jerezano”, en Laboratorio de Arte, n.º 10, Sevilla, Universidad, 1997, págs.