Jacobo de Ulma Griesinger

Al cumplir los 25 años fue en peregrinación a Roma; para ganar dinero, se alistó como militar mercenario en Nápoles y, decepcionado del comportamiento de sus compañeros, fue sirviente de un abogado en Capua y, de regreso con los mercenarios al servicio del duque de Milán, se detuvo en Bolonia.

Quiso ingresar a la Orden de Santo Domingo, pero era casi analfabeto; en 1441 se hizo hermano lego en el convento dominico de Bolonia.

Dotado de gran talento artístico, fue un maestro en el arte del vitral y trabajó pintando vitrales para diversas iglesias boloñesas.

Tuvo como discípulo a Ambrosino da Tormoli, con quien trabajó tres años y quien escribió después una vida de Giesenberg, publicada en 1501.

Una leyenda dice que un día, mientras vigilaba la cocción de algunos cristales pintados, el prior le hizo un encargo; el beato no dijo nada y se fue a cumplir lo que se le mandaba.