Ese estilo tan particular de Johnson fue tremendamente efectivo, pero también muy criticado por la prensa, que lo consideraba cobarde.
No obstante Johnson consiguió pelear contra el antiguo campeón Bob Fitzsimmons en julio de 1907, y lo noqueó en tan solo dos asaltos.
Durante la pelea Johnson se mofó de Burns y la gente que le acompañaba en la esquina del ring.
Y así, en 1913, fue detenido, acusado de atravesar con una mujer por la frontera del estado "con propósitos inmorales".
Huyó del país antes de entrar en la cárcel y siguió boxeando en el extranjero durante 5 años.
En 1920 Johnson regresó a Estados Unidos e ingresó en la penitenciaria de Leavenworth, donde disputó cinco combates.
El camino hacia la integración aún quedaba lejos, pero sin hombres como Johnson, Joe Louis o Muhammad Ali, no hubiese sido posible.