Jáchym Topol

En sus primeros trabajos como periodista muestra interés por los asuntos relacionados con las nacionalidades y las minorías raciales, así como por las manifestaciones sociales de xenofobia, por lo que en este contexto es considerado un escritor «independiente».

[1]​ Trabajos posteriores como Výlet k nádražní hale (1994) y Anděl (1995) también plasman los grandes problemas a los que se enfrenta la humanidad, pero bajo un punto de vista más intimista.

En estas novelas, Topol tiende a alejarse del postmodernismo para construir una narrativa que aúna la aventura con la parábola filosófica.

[1]​ Por el país del frío (Chladnou zemí, 2009) es una novela ambientada en Terezín —población checa conocida por el campo de concentración instalado en su término durante la Segunda Guerra Mundial—, planteando la cuestión de si dicha memoria histórica debe ser preservada u olvidada.

[1]​ Esta obra, traducida a más de ocho idiomas distintos, fue laureada con el premio Jaroslav Seifert en 2010.