Ivo de Huntingdonshire

Aparece en las fuentes históricas en 1001, porque un campesino supuestamente encontró su féretro, mientras araba en Slepe, más tarde renombrado Saint Ives.

Un siglo más tarde, apareció una luz sobre la abadía.

Todos la interpretaron como un significado claro de que eran los huesos de san Ivo deberían ser llevados a Slepe, en donde se fundó una nueva abadía que dio a conocer mejor la reliquia de san Ivo.

Ivo era cornuallés y no persa, como aseguraba una leyenda medieval, recogida por Goscelin,.

[1]​ En el arte aparece este santo como un sereno y prudente eremita persa al que se le concede el honor de ser obispo.