Iván es descrito como un joven simpático, rubio y de ojos azules.
Iván el Loco suele aparecer en las historias como un campesino o como hijo de una familia pobre.
La moraleja de estas historias es que Iván el Loco rara vez es un tonto, sino que los demás simplemente lo perciben como tal debido a su naturaleza simple y jovial.
Según una teoría, Iván el Loco, tal como fue creado originalmente, no tenía la intención de ser un tonto en absoluto: en ese momento la palabra rusa дурак (durak, que actualmente significa "tonto") no tenía ninguna connotación negativa y se usaba para referirse a el hijo menor de la familia.
Sólo más tarde obtuvo un nuevo significado, de donde surgió la ambigüedad.