También es referente de las letras ucranianas, entre otras cosas, por abordar con gran magnitud la paremiografía.Se conocieron durante una visita de Frankó a Kiev, en 1886, y su boda del mismo año, cerca de Leópolis, supuso para Olga mudarse del Imperio ruso al Imperio austrohúngaro.Desarrolló su propia actividad publicista y contribuyó a los trabajos de Iván Frankó, colaborando en la revista literaria que fundaron, y a la que ella invirtió dinero de su dote, así como ayudando con traducciones.Frankó fue padre de cuatro hijos: Tarás, Andriy, Petró y Anna.En 1902, Frankó es investido doctor honoris causa por la Universidad de Járkov (entonces parte del Imperio ruso).En 1913 se celebra ampliamente su 40.º aniversario de labor creativa y científica.En su actividad, Iván Frankó -como él mismo decía- «deseaba no ser poeta, científico, publicista, sino ante todo persona», asumiendo la necesidad de servir al pueblo llano y el trabajar incansablemente.Obra que al año siguiente fue publicada ya como un libro separado, con un prefacio que contiene la biografía de Cervantes, luego dos veces reeditado en vida de Iván Frankó, en 1899 y 1913.El poema prólogo de esa obra empieza con estos versos: ¡España, oh, mi España!Los bosques siempre en su verdor, cantándonos, sabed, plateados ríos del lugar calmando están la sed.No menos curioso es cómo veía el literato ucraniano al mítico personaje: «El cervantino Don Quijote no es un loco, sino un idealista cegado que inició la lucha contra el duro orden del mundo real».Además de Cervantes, Iván Frankó –aficionado del romancero– tradujo y comentó obras folklóricas ibéricas, escribió ensayos críticos muy positivos sobre Lope de Vega, quien para el ucraniano era «uno de los más poderosos intermediarios en el intercambio cultural del bien literario y «uno de los mayores unificadores de los temas y las formas que dio la humanidad».En 1924 se encuentran las primeras menciones enciclopédicas de Iván Frankó en España, en la que ya se apelaba a que «tradujo El Quijote», concretamente en la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-americana, tomo XXIV.Este primer centenario fue celebrado en el mundo hispano y tampoco pasó desapercibido en España.Así, por una parte, el literato colombiano Jorge Zalamea, desde el Consejo Mundial de la Paz, aseguró que «si el pueblo ucraniano comprende a los pueblos de Inglaterra, España, Francia, Italia, Norteamérica o Alemania, ello se lo debe en no pequeña medida a Iván Frankó, que dio a conocer a sus compatriotas lo mejor de la aportación de aquellos pueblos al tesoro de la cultura universal.», añadiendo además que «debemos seguir su ejemplo para no quedar con él en deuda«.Por otra parte, la revista Poesía española, dirigida por José García Nieto, publicó en el número 56, del mes del centenario (agosto de 1956), un artículo sobre Iván Frankó con la traducción de dos de sus poemas menos conocidos, "Cristo y la cruz" ("Khrystos i khrest") y "Los conquistadores" ("Konkistadory") (págs.Otra publicación española del mismo autor y que abordaba en detalle no sólo el hispanismo de Iván Frankó sino también su vida y obra, es el artículo "Iván Frankó y la literatura española", publicado en la Revista de literatura, 1953, tomo 3, número 5, páginas 55-77.[7] En Nahuievychi, como pueblo natal de Iván Frankó, se encuentra una reserva histórico-cultural del Estado ucraniano.Ahí están perpetuados tales literatos Homero, Shakespeare, Rustaveli, Pushkin, Goethe, Hugo o Dante.se expone la siguiente motivación: «Más allá de la popularidad alcanzada en su propia tierra, Ucrania, donde se levantan numerosos monumentos en su honor e, incluso, una región fue rebautizada con su nombre, diversas capitales y ciudades en el mundo, como Viena (Austria), Lipik (Croacia), Praga (República checa), Winnipeg o Toronto (Canadá) pueden contemplar la figura de Iván Frankó como tributo a su ingente actividad y hondas preocupaciones.Cuánta razón, pues, para una estatua a Iván Frankó en la capital del país sobre el que proclamaba tales versos como “España, oh España, Edén es terrenal”, reflejo de su vocación hispanista y constructora del puente cultural hispano-ucraniano.
Tarás, Andriy, Petró y Anna.
La tumba de Iván Frankó en Leópolis: la escultura de un cantero hace referencia a su apodo.
Portada en español de
Zajar Berkut
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Portada de la obra «Las aventuras de Don Quijote», la reelaboración en verso de Iván Frankó, 2.ª edición, 1899