Ius respondendi
El ius responndi, ius publice respondendi o ius responndi ex auctoritate principis (literalmente, 'derecho a dar una respuesta con autoridad imperial'), en derecho romano, era el otorgado por el emperador, desde la época de Augusto, a determinados prominentes juristas para dar respuestas (responsa) en cuestiones jurídicas "con la autoridad personal del emperador" (ex auctoritate principis).El permiso imperial era una distinción personal y los juristas, así autorizados, no adquirieron ningún carácter oficial ni su responsa era legalmente vinculante para los magistrados o jueces que las habían solicitado.[3] Por tanto, no eran respuestas oficiales marcadas con sellos, sino escritos enviados por los jurisconsultos a los jueces o transmitidos al que les había realizado una pregunta.El emperador Augusto, posteriormente, decidió otorgar mayor autoridad a la ley, y los jurisconsultos debían responder en virtud de su auctoritas.Se convirtió en un privilegio otorgado por los emperadores romanos a ciertos jurisconsultos, para dar así a las preguntas formuladas sobre cuestiones de derecho por particulares o por magistrados, responsa (respuestas) que tienen un carácter oficial y obligatorio.