En la parte más ancha, donde se encuentra su faro, tiene una pequeña ensenada conocida como muelle o playa de poniente y otra en el lado opuesto conocida como muelle o playa de levante.
[4] Actualmente, está habitada por un destacamento de la Armada Española y tiene algunas edificaciones además del faro, como un helipuerto, un pequeño cementerio o un puerto.
El nombre de la isla actual tradicionalmente está relacionado con un corsario tunecino al servicio del sultán otomano, llamado Mustafá ben Yusuf al Mahmud ed Din (en árabe: مصطفى بن يوسف المحمود الدين).
Debido a la ferocidad de sus ataques, Mustafá ben Yusuf era conocido como Al-Borany, del turco: «tormenta» o «tempestad».
Cuando se apropió del islote y hubo instalado su base de operaciones para así atacar las costas próximas, la isla acabó siendo conocida como la isla de Al-Borany, nombre que terminó evolucionando hasta derivar en el topónimo actual, Alborán, que se utiliza para referirse tanto a la isla como al mar que la rodea.
En la Carta Pisana, de finales del siglo XIII, ya aparece esta isla nombrada como Arborame.
La isla y su nombre equivalente en latín Erroris Insula, figura en la obra «Thesaurus geographicus» (1587) del geógrafo Abraham Ortelius.
La flora representativa en la isla es escasa y reducida, presenta un total de doce especies botánicas diferentes.
La reducida superficie de la isla, el suelo arenoso y la elevada salinidad atmosférica son factores limitantes.
Han sido citadas 27 especies vegetales entre los que se encuentran cuatro endemismos únicos.
A pesar de ello, la isla presenta tres endemismos: dos nematodos y un gasterópodo.
En las aguas de Alborán confluyen numerosos cetáceos en paso migratorio, como el calderón común (Globicephala melas) o el delfín mular (Tursiops truncatus).
[9] Otros minerales presentes que aparecen en la constitución de sus arenas y rocas son la augita, la calcedonia, la hornblenda, la magnetita, la goethita, la hematita o la ilmenita.
Es desde el año 2002, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) número ES0000336 abarcando 7,8 hectáreas.
[17] Desde la Antigüedad hubo presencia humana en sus proximidades, ya que en los alrededores de la isla, han aparecido ánforas y anclas por las rutas comerciales del Imperio romano.
[18] Es el geógrafo romano Rufo Festo Avieno, en su obra Ora Marítima, quien menciona una isla donde una civilización anterior construyó un templo dedicado al culto de Noctiluca, la Luna mitológica.
[19] La isla permaneció mucho tiempo deshabitada, o al menos, sin gran relevancia ni grandes vestigios de otras épocas.
[20] En su Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de 1845, Pascual Madoz describe la isla: «El terreno es raso, arenisco y sin ninguna elevación sensible, cubierto de maleza parecida a la que se cría a las orillas del mar: en la parte meridional tiene un surgidero, donde suelen fondear de 25 a 30 brazas los buques contrabandistas, y antiguamente los corsarios berberiscos.
Está inhabitada e inculta; y carece de todo lo necesario para la vida».
[45] Desde principios del siglo XXI, la isla junto a otros territorios entre España y la costa africana, ha sufrido el tránsito de la inmigración ilegal.
[51] El faro fue modernizado en 1915 y automatizado en 1936, aunque con la llegada de la guerra civil española fue abandonado desde 1937 hasta 1939.
[54] recuperamos en alta mar los colores originales, los silencios del trovador oceánico, emigrante