En esa época, la influencia de los Tui Tonga había disminuido tanto que Uvea se convirtió importante en sí misma.
Una gran canoa legendaria, el Lomipeau, fue construida en la isla como una donación a la Tui Tonga.
Wallis tiene un suelo volcánico fértil y la lluvia suficiente como para permitir que la agricultura de subsistencia prospere.
La mayoría de los habitantes hablan uveano (o wallisiano) como su lengua materna.
Casi todos son cristianos católicos, y hay numerosos edificios religiosos en la isla.