Irene Hayes

Compró la floristería Wadley & Smythe en Park Avenue, añadiendo su nombre, ya que en aquella época no se permitían nuevos negocios en Park Avenue.

"Creo sinceramente que las flores, o más bien la falta de ellas, tienen el poder de cambiar el mapa del mundo.

¿Crees que Nerón habría quemado Roma si hubiera estado rodeado de la paz y la dulzura de la mimosa, los lirios y la acacia?

Podría mencionar cualquier número de tiranos cuyas vidas habrían sido menos violentas si sólo hubieran amado las flores".

Hasta su muerte, en los años setenta, siempre tenía una mesa en el baile de Ziegfeld y residía en Manhattan, en su apartamento de Sutton Place.