El día 8, Nixon se dirigió a la nación y anunció que renunciaría a la presidencia, acto que se hizo efectivo al mediodía del día posterior.
A las nueve de la mañana, el presidente Nixon se reunió en la Casa Blanca con su comitiva personal y algunos dignatarios, incluyendo al Gabinete y el vicepresidente Ford por el tema de la renuncia.
I am indebted to no man, and only to one woman--my dear wife--as I begin this very difficult job... ...My fellow Americans, our long national nightmare is over.
But there is a higher Power, by whatever name we honor Him, who ordains not only righteousness but love, not only justice but mercy..." Si no ha elegido por votación secreta a mí, ni me he ganado su cargo por cualquier secreto promesas.
No estoy en deuda con nadie, y sólo con una mujer - mi querida esposa - como he de comenzar este trabajo muy difícil ... ... Mis colegas americanos, nuestra larga pesadilla nacional ha terminado.