Se denomina inversión socialmente responsable (SRI, por sus siglas en inglés socially responsible investing; ISR, en español) a la inversión que no solo considera la rentabilidad, sino también el impacto social o medioambiental.
A los fondos de inversión que siguen este criterio ISR o el ESG (Environmental, social and governance: 'factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo') se los llama fondos responsables.
La aparición de los fondos responsables que aplican el criterio ISR se produjo alrededor del año 2000.
El país donde más se han extendido es Francia, seguido de Reino Unido, Suiza, Bélgica y Alemania.
[1] Los fondos responsables son en su mayoría fondos institucionales, como los fondos de pensiones o las fundaciones, y eligen las empresas en las que invierten el dinero del que disponen atendiendo a criterios sociales o medioambientales y valorando su buena gestión, aunque sin perder de vista la rentabilidad, incluso por encima del criterio ISR, como reconoce una gestora en España de un fondo responsable alemán: «Evidentemente, no solo invertimos en valores que tengan integrado el medio ambiente, el buen gobierno y la responsabilidad social en su negocio, sino también en valores cuyo valor de mercado vaya a subir.