La intolerancia a las proteínas de leche de vaca (IPLV) es un síndrome que se define como una reacción inmunológica adversa (hipersensibilidad) mediada por anticuerpos IgE o una hipersensibilidad retardada hacia los antígenos presentes en la leche de vaca, que afecta a niños lactantes de corta edad.
La patología se instaura generalmente en los seis primeros meses de vida, con evolución transitoria y buen pronóstico en cuanto a su resolución.
Se estima que el 90% de los niños a los dos años de vida aproximadamente tolera adecuadamente la leche.
La leche de vaca es uno de los alérgenos alimentarios que con mayor frecuencia afecta a los niños; las proteínas contenidas en ésta hace que el organismo reconoce como extrañas, siendo las primeras que ingiere un lactante, constituyen una de las causas de la alta incidencia de alergia e intolerancia.
[1] La manifestación crónica de alergia o intolerancia a la leche de vaca cursa de forma aguda a crónica con: Los linfocitos estimulados por los antígenos originan el factor de necrosis tumoral (TNF-α) causante en parte de las lesiones intestinales propias del cuadro sintomático.