El interferómetro fue lo suficientemente sensible como para detectar el cambio de fase debido a diferentes aceleraciones.
El interferómetro se crea eliminando todas menos tres rebanadas de silicio, mantenidas en perfecta alineación por una base.
Los neutrones inciden en el primer corte, donde, por difracción a través de la retícula cristalina, se separan en dos haces.
En el tercer corte, los haces se recombinan, interfiriendo de forma constructiva o destructiva, completando el interferómetro.
La estabilidad mecánica y las tasas de conteo son cruciales para tal experimento.