La ley 17.174 estableció que la CMV funcionara como organismo descentralizado y actuara como entidad autárquica con capacidad de derecho público y privado para extender su acción fuera del ámbito de la Jurisdicción de Capital Federal a efectos de cumplir con su objetivo, en tiempos en que Buenos Aires era jurisdicción nacional.
Durante el período del IVC no se desarrollaron los grandes barrios ni conjuntos de edificios que fueron abundantes entre las décadas de 1950 y 1980, sino que el avance en la vivienda pública en Buenos Aires se frenó notablemente, siguiendo la tendencia que se arrastraba desde la década de 1990.
El gerente general del IVC y legislador del PRO Ivan Kerr, se negó a dar a conocer la lista de adjudicatarios.
[2] A estas irregularidades se suma que varios de los beneficiarios usaron el mismo domicilio, Irala 170.
Entre los adjudicatarios se encontró gran cantidad de barrabravas del club Boca Juniors y familiares de funcionarios porteños del PRO.