Los nuevos miembros del Consejo de Educación Primaria nombrados por el Poder Ejecutivo acababan de eliminar la Sección Educación Rural que daba apoyo técnico a los maestros rurales.
El primer equipo de trabajo estuvo formado por los maestros Nelly Couñago de Soler, Homero Grillo, Miguel Soler, Ana María Angione, Weiler Moreno y Abner Prada.
El instituto contó desde el primer momento con el apoyo de muchos colaboradores externos a la educación; entre ellos, Carlos Quijano.
Tomó a su cargo la continuación de las interrumpidas misiones socio-pedagógicas que desde los años 1950 habían buscado mostrar y sensibilizar a los estudiantes magisteriales sobre las peculiares situaciones de vida en el medio rural.
Durante catorce años, el ICER dio asesoramiento técnico a los maestros rurales, desarrolló investigaciones en terreno y publicó numerosos trabajos pero a partir del golpe de Estado de 1973 su local fue allanado varias veces por las Fuerzas Armadas.