Los primeros salvadoreños que migraron a Australia fueron los refugiados que pidieron asilo político a causa de la Guerra civil ocurrida en el país durante la década de los 70.
Este fenómeno migratorio ha impactado en la política y en la economía de El Salvador y ha tenido gran relevancia en la historia reciente de dicho país centroamericano.
[2][3] Hacia 2005, el gobierno de El Salvador estimaba 18 755 emigrados a Australia.
[4] El censo australiano de 2011 registró que el 25 % realizaba roles gerenciales o profesionales.
Más del 92 % todavía hablan español en casa, y la mayoría son católicos, aunque hay comunidades evangélicas en crecimiento.