La empresa Nihon Sekiyu ganó una licitación en la zona sur del lago con una ampliación de unos 200 km y Yazawa era el encargado para supervisar los trabajos.
Varios trabajadores venezolanos administrados por japoneses fueron contratados para explotar yacimientos petroleros, trasladar el crudo a Estados Unidos y llevarlo hacia Japón, y se construyó una oficina sucursal de la Nihon Sekiyu en Maracaibo, que prestó servicio por casi 23 años.
Ante la situación en Caracas, se comenzó a distribuir la población en diferentes partes del país.
En la actualidad hay empresas petroleras japonesas que operan en Venezuela como Teikoku e Idemitsu Kosan.
Sin embargo, debido a la crisis económica y política que vive en Venezuela, algunos optaron por viajar donde se encuentra la presencia nipona en Latinoamérica o volver hacia Japón.