Estos inhibidores tienen aplicación terapéutica en el tratamiento de cáncer y enfermedades inflamatorias.
[2][1] Las citoquinas juegan un papel clave en el control del crecimiento celular y la respuesta inmune.
[1] Más específicamente, las cinasas Jano fosforilan y activan los receptores de citoquinas.
El primer inhibidor de JAK para llegar a los ensayos clínicos fue tofacitinib.
Tofacitinib en menor medida también inhibe JAK1 (IC50 = 100 nM) y JAK2 (IC50 = 20 nM) que a su vez bloquea IFN-gamma e IL-6 de señalización y por consiguiente de diferenciación celular Th1.