La familia vivía entonces en Prinsgatan 7, donde los padres Jens y Ebba se habían trasladado ese mismo año.
Los tres hermanos se dedicaron al boxeo por períodos, Henry, Ingemar y Rolf.
[4] Johansson se había ganado su puesto en los Juegos Olímpicos al ganar el Campeonato Nacional de Suecia a principios del mismo año, 1952, tras noquear a su oponente en el primer asalto de la final.
[5] Después de los Juegos Olímpicos, Johansson se recluyó durante seis meses y pensó en dejar el boxeo.
Johansson era una figura pintoresca en la ciudad de Nueva York mientras se entrenaba para la pelea.
[7] Johansson pasó los dos primeros asaltos del encuentro retrocediendo y lanzando un ligero golpe de izquierda al campeón.
En el tercer asalto, Johansson lanzó un amplio gancho de izquierda que Patterson bloqueó con su mano derecha.
[8] Cuando apartó su mano derecha de su posición protectora de peek-a-boo (puños en posición defensiva frente a la cara) ante su barbilla, Johansson le lanzó una potente y corta mano derecha.
Patterson cayó, se levantó con las piernas inestables y quedó fuera de combate.
Allá donde iba, en Estados Unidos o en Suecia, llevaba a una bella mujer del brazo, con los paparazzi haciendo fotos.
[11] En ese momento, el retirado campeón de los pesos pesados Rocky Marciano, que se sentó junto al ring y presenció cómo Johansson noqueaba a Patterson, consideró un posible regreso para un combate de campeonato contra Johansson.
Con la sangre chorreando por la boca, los ojos vidriosos mirando las luces del ring y el pie izquierdo crispado, se le realizó la cuenta.
Tras la cuenta, Patterson mostró su preocupación por Johansson acunando a su inmóvil oponente y prometiéndole una segunda revancha.
Johansson parecía estar en la peor condición física de sus tres combates con Patterson.
A. J. Liebling, escribiendo en The New Yorker, dijo que el resultado parecía predestinado y que Johansson no estaba a dieta para la pelea, comiendo pollo a la crema, pastel de fresas y tarta de queso con cerezas.
Para entrenarse para la tercera pelea con Patterson, Johansson hizo de sparring con un joven Muhammad Ali, conocido entonces como Cassius Clay, en Miami Beach.
Johansson se levantó a la cuenta de cuatro, justo cuando sonó la campana para terminar la pelea.