El presidente ruso, Dmitri Medvédev, declaró el estado de emergencia en siete regiones a causa de los incendios, mientras que otras 28 regiones estaban bajo un estado de emergencia debido a las malas cosechas causadas por la sequía.[3] Se estima que los incendios han costado 15 mil millones de dólares en daños y perjuicios.Luego del 12 de junio las temperaturas alcanzaron los 35 °C, lo cual en sí mismo es una anomalía para este país (en general rara vez las temperaturas promedio de mediados de junio sobrepasan los 30 °C).Este patrón de ola cálida luego se desplazó lentamente hacia el oeste hacia los montes Urales, y para julio se estableció en la zona europea de Rusia.[4] Las temperaturas promedio en la región aumentaron a más de 35 °C.