El incendio tomó rápidamente grandes proporciones hasta el punto de amenazar seriamente la localidad, decidiendo las autoridades evacuarlo en casi su totalidad; aproximadamente 100 000 habitantes están implicados en la evacuación.[1] Pese a ser el mayor incendio forestal canadiense de la época de la que se tiene documentación (década de 1960 al presente),[2] los anuales incendios forestales del país entre 1750 y 1850 fueron siempre entre el doble y diez veces más extensos.Ante la magnitud del incendio, que progresó debido a las condiciones meteorológicas favorecedoras (temperaturas elevadas para la estación del año, fuertes vientos y débil grado de higrometría), las autoridades decretaron el 4 de mayo la evacuación de las localidades de Anzac, Gregoire Lake Estates y, Fort McMurray First Nation, que representan aproximadamente unas 88 000 personas.[4] El incendio duplicó su tamaño de forma alarmante en un día (sábado día 7) y las autoridades advirtieron que la situación en la región bituminosa de Alberta era «muy peligrosa» e «impredecible».El incendio había arrasado más de 200 000 hectáreas hacia la medianoche del sábado día 7 de mayo.