Las impresoras térmicas de cera contienen una cinta formada por paneles del tamaño de una página, correspondiendo a los cuatro colores básicos (CMYK).
Al imprimir, la cinta pasa a través de un cabezal de impresión térmico.
La cera se funde y se deposita sobre un papel dotado de un revestimiento especial o sobre una transparencia.
Estas impresoras ofrecen un bajo coste por página, y una rapidez aceptable.
Sin embargo, requieren del uso de papel especial y su calidad no supera a la ofrecida por las impresoras de sublimación.