Il Corriere di Caracas

Pero Franco Pattarino no abandonó su sueño y como buen inmigrante acostumbrado a los sacrificios continuó trabajando.El periódico quiso nutrirse desde sus inicios con noticias de primera mano y por esto creó diversas oficinas redaccionales en la ciudad de Roma con reporteros que enviaban a Caracas todo el material informativo conformado por noticiarios regionales, fotografías de actualidad, ilustraciones y viñetas.

En el Pasaje San Luís, entre Pele el ojo y Peligro, se elaboraba la otra parte del noticiario, siguiendo el acontecer diario a través de las transmisiones radiales.El proceso de formación del periódico asumió entonces un aspecto técnico que comprendía la composición mecánica, revisión de bocetos, compaginación e impresión.

Una cadena de montaje que no se interrumpió ningún día del año y que estuvo compuesta por unas diez personas entre redactores y personal técnico.

UCAB ([1]​) El periódico llegó a tener 22000 ejemplares al día, especialmente en Caracas en los años sesenta.

[2]​ Diez años después se empezó a hacer la edición digital del periódico.