El nuevo inmueble, financiado con la indemnización resultante y por las arcas municipales, se ubicó en el mismo lugar pero retranqueado respecto a su posición original, dando lugar a un convento de menores dimensiones.Ante la escasez de recursos, parece que en primer lugar fue construida la zona residencial y tres o cuatro años más tarde la iglesia.En consecuencia, fue realizado un segundo proyecto del que solo se conserva el diseño de la fachada, elaborado por Urquijo en 1865.Gracias a la documentación gráfica existente, generada principalmente a partir del ensanche de Recoletos, se puede concluir que el proyecto definitivo estuvo estrechamente relacionado con el primer convento del siglo XVII, dando lugar a un templo de inspiración neobarroca y corte clasicista, en el que se desechó el pujante estilo neogótico tan asociado a las construcciones religiosas de la segunda mitad del siglo XIX.Tanto el monasterio como la iglesia han sido intervenidos en diferentes momentos a lo largo del siglo XX.