La iglesia es un edificio barroco concebido como una cruz latina, con una nave de tres tramos, a los que corresponden hornacinas laterales, y crucero, cuyo tramo central presenta una bóveda de cañón con lunetos y octogonal sobre trompas en el crucero, todo sobre pilastras cajeadas.
Destacan en su interior esculturas de estilo rococó y el retablo mayor de estilo clasicista italianizante, del siglo XVIII.
El templo cuenta con óleos de Vicente Berdusán (Huida a Egipto (1671), una Virgen (1676) e Imposición del collar a Santa Teresa (1696), y un rico ajuar litúrgico con pintura y orfebrería de los siglos XVII y XVIII.
El convento de las Capuchinas dio paso al estilo neoclásico en Tudela, más racional, frío y poco emotivo, y en el que arquitectónicamente se imitó el arte grecorromano.
La capuchinas llegaron a la ciudad en el siglo XVI, situando su primer beatorio en la actual calle Vida del Casco Antiguo de la ciudad, hasta su traslado al actual edificio.