Durante el siglo XVII se derribó el muro del ábside y se inició la ampliación con un cuerpo barroco, que aparece ahora inconcluso, pues la bóveda se vino abajo en el año 1980, a causa de que los muros fueron horadados para practicar enterramientos (estuvo destinada a camposanto).
La cabecera del templo constaba de un tramo anterior y un ábside curvo.
Coronan los muros norte y sur, una cornisa de esquinillas.
Un arco triunfal, de medio punto, doblado, separa la nave del crucero.
La norte ha sido reconstruida gracias a una fotografía de los años 30.