En la inscripción vienen reflejados los fundadores del templo, Diego Pérez y su esposa Mansuara, detallando los bienes donados para su creación.
Y si alguno llevara algo de esta casa del Señor desde un lugar a otros lugares, a no ser que conserve con cuidado lo que no se mueva, que Dios entregue su alma en pos de Judas y quede excomulgado fuera del censo de San Salvador.
Y quien llevare algo perteneciente a estas villas o cualquier cosa de esta santa casa, sea anatema, ven Señor, y que además pague dos talentos de oro.
En 1917 J. Pierpont Morgan, coleccionista americano, lo regaló al Museo Metropolitano de Arte en Nueva York.
La composición arquitectónica existente en la actualidad corresponde a la reforma del siglo XII.