La pequeña iglesia de San Nicolás de Bari pertenece a un convento que hunde sus raíces en el siglo XIII.
La factura actual proviene de la reforma que el maestro de obras Juan Berdiel realizó en 1691, modernizando el edificio al estilo barroco zaragozano.
En 1902 dejó de ser iglesia parroquial para convertirse en la iglesia monacal de las Comendadoras Canonesas del Santo Sepulcro.
Formado por una única nave rodeada de capillas.
A destacar el retablo de Santa Teresa, del siglo XVIII, que es pintado sobre la pared, y el altar de la Virgen del Rosario, que contiene cuatro tablas góticas.