Iglesia de San Felipe y Santiago el Menor (Zaragoza)

Los marqueses, que vivían en un palacio adyacente, el mismo que ocuparían los condes de Argillo más tarde, aportaron el terreno y parte del dinero necesario para la construcción con la condición de tener acceso directo desde su casa.

La iglesia no se terminó hasta mediados del siglo XVIII.

El interior es de tres naves, con un atrio y el coro a los pies.

El colegio apostólico se completa en el altar a los pies de la nave del lado del Evangelio con las figuras, también policromadas, de San Simón y San Judas Tadeo.

También resulta interesante un templete neoclásico en la nave derecha, en la que se encuentra un Ecce Homo de aire flamenco sentado y no atado a la columna.