Iglesia de la Viña
[2][3] La torre, que se encuentra separada del cuerpo de la iglesia, fue un proyecto del ingeniero civil y ferroviario alemán Josep Heinrich Theodor Rauch, también conocido por su nombre en español, José Enrique Teodoro Rauch, cuya ejecución se inició bajo su dirección, pero fue interrumpida por falta de fondos y luego reanudada en 1907 por el suizo Francesco Righetti, que terminó en 1908 la torre y la nueva fachada de estilo italianizante.El actual se hizo sobre diseños del arquitecto Noé Macchi (Patrimonio Artístico Nacional, Academia de Bellas Artes, Bs.Este templo, símbolo de la religión católica, está emplazado en el siglo XIX, en un extenso y populoso vecindario, actualmente parte integrante del casco histórico, situada en el ejido municipal de sur a norte en un dilatado territorio denominado «Barrio La Banda», «Barrio de Abajo», la que en función a su accidente topográfico solo era vadeable por sus diversos puentes existentes en esa época.la Viña fue levantada sobre el costado de la iglesia vieja…); véase también: «Virutas Históricas» Francisco Centeno 1810-1928, Tomo III: «...se alza al costado del veterano galpón...», edificio religioso primigenio calificado en su época como «miserable barraca denominada casa de Dios ...».Para la actual ubicación del templo, debió superarse diferencias que llegaron a un estado de controversia pública.Mil tentativas para llevarlo a cabo han sido completamente estériles.Todos los esfuerzos hechos a este respecto solo han dado por resultado el gastar ingentes sumas en construir hoy para que al día siguiente se destruya todo quedando la obra reducida siempre a cimientos.No podemos menos que aplaudir y aceptar con entusiasmo esta nueva tentativa, pero no estamos conformes en que el nuevo templo se construya en el mismo paraje y sobre las mismas paredes del que se inició ahora cincuenta años.... Medio siglo de tentativas inútiles nos hace creer, o que los cimientos echados en aquella época son malos o que el terreno no ofrece la solidez y consistencia necesaria, y en uno u otro caso es indispensable huir de ese paraje, que parece maldito, y trasladar la construcción del templo a otro más adecuado.... Un templo no solo sirve para el ejercicio del culto, sirve también de uno de los más bellos ornatos de la ciudad, y es necesario, por consiguiente, que a las condiciones de solidez y consistencia reúna, en cuanto posible sea, la de hermosear la población donde se la edifica.Entre la iglesia de la Viña y el lugar que ocupan los cimientos del templo proyectado, hay un magnífico paraje donde se pudiera este continuarse con todas las condiciones requeridas.En síntesis: se siguió en cuanto a su nueva ubicación espacial sacralizada, el criterio enunciado en el mencionado periódico.El frontis, como envolvente externo, cuya función principal es la de atraer a los fieles para que ingresen al templo, detenta órdenes clásicos superpuestos que modulan cuatro calles con tres niveles (originalmente cuatro niveles) más el coronamiento del ático, cuya arquitectura neobarroca, quebranta el principio general de la superposición de los órdenes basado en la regla donde el más firme, orden dórico, soporta al más débil: jónico y corintio.El segundo nivel, con igual composición de pilastras y columnas, incluyen en juego compositivo también columnas y pilastras que resaltan las esquinas a modo de guarda cantón, contando con un entablamiento que sufre un quiebre, presentando en ambos extremos excepto el central, ventanas ciegas pintadas que la simulan enmarcadas con ornamentación de roleos vegetales a imitación de la naturaleza que acentúa la obra; tras del mismo y en su costado, un gran arco situado bajo un contrafuerte alado preanuncia la comunicación con una futura torre no adosada sino separada, vinculada al templo por un pasarela de acceso al coro.El tercer nivel, exterioriza en la base un entablamiento con balaustrada y diez pináculos antorchas de perfil movido, alivianando la construcción por esta verticalidad, más que una aportación decorativa a su estética ornamental que otorga ritmo, claroscuro y efectos de perspectiva, simboliza: el ascenso de la construcción con sus fieles hacia el hacedor, y la iluminación divina canalizada por intermedio del templo a la feligresía.En su nivel máximo como cuerpo superior flanqueado por ocho pináculos ascendentes, un tímpano curvo quebrado facilita el ingreso de la energía universal.La cubierta o azotea del techo revestida en cerámicos, permitiría ser habilitada para recorrerse peatonalmente, a diferencias de otros templos en nuestra provincia.Andrea Oliva de Boedo, y su principal financista: el arquitecto Noé Macchi.