En su origen (siglo XVI) es un edificio gótico al que se realizaron reformas en época barroca (siglo XVIII).
El grueso de la obra se realiza entre 1583 y 1587.
Entre 1594 y 1598 se hicieron los sepulcros en el interior de la iglesia.
En 1606 se hace el retablo mayor, barroco de cinco calles y ático, donde se entroniza la imagen de la Inmaculada Concepción, y en 1630 la carpintería de la torre, y la escalera.
Tres años más tarde se coloca la veleta.