Sus miembros se llamaban a sí mismos simplemente hrstjani (cristianos) o dobri bošnjani (buenos bosnios).
Por aquel entonces la región de Bosnia, debido a su carácter eminentemente montañoso, contaba con poca población, la cual era tanto ortodoxa como católica.
Sea verdad o no, lo cierto es que tras la invasión y conquista de 1463 los otomanos establecieron un gravoso impuesto para la población no musulmana llamado harač, lo cual acabó definitivamente con el bogomilismo ya que la gran mayoría de los bosnios se convirtieron al islam para burlar el harač.
Así mismo el culto bosnio contaba con monasterios propios que recibían el nombre de hiža ("casa") cuyos abadeses priores eran conocidos como gost ("huésped").
El componente eclesiástico se limitaba, aparte de al mencionado djed y sus strojnici, a los monjes de los monasterios; prácticamente el único servicio religioso que éstos otorgaban a la población secular consistía en presidir los entierros.