[2][3] En 1960 fundó una casa editorial llamada Octagon Press, produciendo traducciones de textos clásicos Sufis como también títulos propios.
[9] Sin embargo, tuvo también numerosos defensores, entre los cuales se destacó la novelista (y ganadora del premio Nobel de literatura) Doris Lessing.
Sus trabajos han jugado un rol significativo en presentar al Sufismo como una forma de sabiduría espiritual secular e individual.
[10] Su bisabuelo paterno, Sayed Amjad Ali Shah, fue el nawab de Sardhana en el estado de Uttar Pradesh al norte del territorio indio,[11] un título hereditario que la familia había obtenido gracias a los servicios que un antiguo ancestro llamado Jan Fishan Khan le brindó a los británicos.
[13][19] En esos días, Shah solía mantener audiencias cada martes a la noche, con cualquiera que estuviese interesado en Sufismo, en una mesa del restaurante Cosmo en la zona Swiss Cottage (Norte de Londres).
[19][21] Según Frederic Lamond, el nombre de Bracelin fue usado porque Shah “no quería confundir a sus estudiantes Sufis al aparentemente haberse interesado en otra tradición esotérica.” Lamond dijo que Shah aparentaba de alguna manera haberse desilusionado con Gardner, y que un día le dijo, cuando lo estaba visitando para tomar el té, que “cuando estaba entrevistando a Gerald, en ocasiones me hubiese gustado ser un reportero del News of the World.
Shah le escribió a Graves desde su pensión en Palma, solicitando una oportunidad para “saludarlo un día antes de que pase mucho tiempo”.
Al principio el libro no registró buenas ventas, y Shah invirtió una considerable cantidad de su propio dinero para publicitarlo.
Deja que el libro encuentre a sus propios lectores, los cuales escucharán tu voz esparcirse, y no aquellos previstos por Doubleday”.
[30][34] Bennett y Shah, durante unos pocos años siguientes, tuvieron charlas privadas semanales que duraban horas.
[31] Anthony Blake, quien trabajó con Bennett durante quince años, dice: “Cuando Idries Shah adquirió Coombe Springs, su principal actividad era brindar fiestas.
Unos 20 años más tarde, el autor gurdjieffiano James Moore sugirió que Bennett había sido embaucado por Shah.
El interior de la casa estaba decorado al estilo Oriente Medio, y almuerzos tipo bufet eran ofrecidos a los visitantes cada domingo en un amplio comedor que antes había sido un establo.
[13] Logrando una enorme circulación mundial, sus escritos atrajeron principalmente a un tipo de público occidental orientado hacia lo intelectual.
Sus cuentos folklóricos, que ilustran sabiduría Sufí a través de ejemplos y anécdotas, resultaron ser particularmente populares.
Durante demasiado tiempo la gente creyó que había libros secretos, lugares escondidos, y cosas asombrosas.
[41] Shah usualmente era desdeñoso con las descripciones que los orientalistas hacían del Sufismo, sosteniendo que el estudio tanto personal como académico de sus formas históricas y métodos no era una base suficiente para obtener un correcto y fundamental entendimiento del Sufismo.
[68] Sin embargo, y a diferencia de Khan, Shah le quitó énfasis a los adornos religiosos o espirituales y retrató al Sufismo como una tecnología psicológica, un método o ciencia que podía ser utilizado para alcanzar la autorrealización.
[48] Shah enseñó que el ser humano podía adquirir nuevo órganos de percepción sutiles como respuesta a la necesidad.
Esto fue posteriormente publicado como una monografía intitulada "Special Problems in the Study of Sufi Ideas".
Finalmente, los estudios "en" Sufismo se referían a estar en una escuela Sufí, llevando a cabo esas actividades prescritas por un maestro como parte de un entrenamiento, hecho que podría adoptar muchas formas que no necesariamente encajaban con las nociones preconcebidas acerca de una "escuela mística".
[66][77] Shah resaltaba la función terapéutica de anécdotas sorprendentes, y las perspectivas frescas que dichos cuentos revelaban.
[14] Peter Wilson, en un artículo escrito para New Trends and Developments in the World of Islam, (1998), cita otra historia en la cual aparece un derviche a quien se le pida que describa las cualidades de su maestro, Alim.
Michael Rubinstein, escribiendo en su libro "Makers of Modern Culture", llegó a la conclusión que "quizá él es mejor visto como una encarnación de la tradición que considera a los aspectos intuitivos y contemplativos de la mente, como más productivos cuando trabajan juntos.
[93] Entre otros honores, Shah ganó seis primeros premios en 1973 durante el Año Mundial del Libro patrocinado por la UNESCO,[92] y el erudito Islámico James Kritzeck, refiriéndose al libro de Shah Cuentos de los Derviches, dijo que estaba “bellamente traducido”.
[94] Colin Wilson afirmó que “he comenzado a ver, en parte a través de Idries Shah, algunas implicancias bastante novedosas e interesantes (sobre el tema del misticismo)”,[95] y en su propia reseña crítica sobre El Monasterio Mágico, (1972) notó que Shah “no está principalmente preocupado en propagar un tipo de doctrina secreta.
Tanto Moore como Wilson, sin embargo, también notaron semejanzas de estilo, y consideraron la posibilidad que gran parte de estos trabajos bajo pseudónimos, los cuales frecuentemente fueron publicados por Octagon Press, editorial cuyo dueño era Shah, podrían haber sido escritos por el propio Shah.
No son ningún tipo de mezclas orientales regurgitadas o enseñanzas islámicas aguadas ni nada por el estilo”.
"[108] El filósofo indio y místico Osho, comentando la obra de Shah, describió Los Sufis como “simplemente un diamante.
[122] Según la viuda de Graves, quien escribió una carta muchos años después, en la cual afirmaba que Graves tenía “completa fe” en la autenticidad del manuscrito debido a su amistad con Shah, aun cuando él nunca tuvo la oportunidad de ver el texto en persona.
¿De quién es la barba?
Nasrudin soñó que tenía la barba de Satanás en la mano. Jalando el pelo, gritó: "El dolor que sientes no es nada comparado con el dolor que causas a los mortales que incitas a que se pierdan." Y le jaló tan fuerte a la barba que se despertó en agonía. Sólo entonces se dio cuenta de que la barba que tenía en las manos era la suya.Idries Shah [ 35 ]