El Bhágavata-purana describe que Iashodá se convirtió involuntariamente en madre adoptiva de Krisná, cuando Vasudeva reemplazó a la verdadera hija recién nacida de Iashodá por el bebé Krisná recién nacido e inmediatamente la llevó para que fuera asesinada por el rey Kamsa (tío de Krisná).Ese octavo hijo solo estuvo un instante en la cárcel: los guardias se durmieron, las puertas de la prisión se abrieron solas, y Vasudeva tomó en brazos al bebé y caminó hasta Gokula, a unas tres horas de camino.Devakí le pidió por la vida de ella, indicando que la profecía se refería solo a sus hijos varones.Pero Ioga Maia se escapó de las manos del rey y se convirtió en la diosa de ocho brazos, armada hasta los dientes, que lo espetó: «Estúpido, tu muerte ya ha nacido en este planeta».En otros textos se dice que Iashodá también tuvo una hija verdaderamente propia, llamada Ekānaṅgā.
Ilustración de un manuscrito del
Bhágavata Puraná
(ca. 1500 d. C.), Iashodá baña al niño Krisná.