Este estándar apunta a permitir a las organizaciones mejorar continuamente la eficiencia, los costos relacionados con energía, y la emisión de gases de efecto invernadero.
Con este enfoque estructurado, una organización tiene más posibilidades de observar beneficios financieros tangibles.
Esta norma también se ha inspirado en normativas de diversos países tales como China, Dinamarca, Irlanda, Japón, Corea del Sur, Holanda, Suecia, Tailandia, Estados Unidos y la Unión Europea.
El estándar debe alertar a los empleados y en particular al nivel ejecutivo y gerencial acerca de las posibles ganancias de largo plazo en relación con su consumo energético.
El estándar ISO 50001 se basa en la metodología Plan-Do-Check-Act (Planificar-Hacer-Verificar-Actuar), también conocido como PDCA o Círculo de Deming.
Algunas organizaciones deciden implementar el estándar exclusivamente por sus beneficios, otras deciden certificarse para demostrar a terceras partes que han implementado un sistema de gestión de energía.