Iñaki Ochoa de Olza

Falleció el 23 de mayo de 2008, durante la ascensión al Annapurna,[2]​ donde sufrió un ictus isquémico y un posible edema pulmonar que le provocaron una pérdida del conocimiento y, finalmente, la muerte.[4]​ Colibasanu no permitió que Steck le ayudara a bajar si eso suponía que Iñaki se iba a quedar solo.Otros 11 escaladores se encontraban por debajo equipando la montaña para tratar de descender a Iñaki.Por eso, quería recaudar fondos para construir un orfanato en Katmandú, un hospital infantil en Pakistán y una escuela en Dharamsala (sede del exilio tibetano) completando un viaje de recaudación de fondos en el que viajaría a Nepal en bicicleta durante 3 meses, ascendería el Kanchenjunga y volvería a Pamplona corriendo en 6 meses.[7]​ Actualmente, un monumento de roca con forma de montaña recuerda a Iñaki en las faldas del monte Beriáin, en Sakana, donde el alpinista navarro solía acudir a entrenar asiduamente.
Participantes de la expedición al Annapurna en la estación base, primavera 2008. Iñaki Ochoa de Olza de pie, cuarto por la izda