Fue el primer huracán grabado, además obtuvo la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson en el Atlántico; también se le considera uno de los huracanes más intensos que han golpeado a Estados Unidos.
260 km/h había sido hasta entonces la mayor velocidad medida en un huracán atlántico en Puerto Rico.
El huracán recibió este nombre ya que su ojo alcanzó tierra el día de la festividad cristiana del apóstol san Felipe.
Desde el comienzo de la colonización española en el año 1492 fue costumbre en Latinoamérica nombrar a los huracanes con el nombre del santo que tenía su festividad el día en que se desencadenaba.
Fue llamado «Segundo» debido a que Puerto Rico el mismo día, 52 años antes, ya había sufrido un fuerte huracán.