[2] La isla está formada principalmente por la acumulación de roca magmática fragmentada.
Inicialmente, las previsiones estimaban que la isla desaparecería al cabo de unos meses.
Sin embargo, un estudio de la NASA[3] afirma que su existencia podría prolongarse entre seis y treinta años, siendo así "la primera isla de este tipo que persiste «en la era del satélite moderno»".
[4] Esta resistencia tiene un posible origen en la mezcla entre rocas y aguas cálidas, que da lugar a una sustancia llamada toba.
[7] Además, la isla es una oportunidad para investigar los ciclos de la vida en espacios recién creados, de forma que pueda ayudar a identificar lugares donde buscar vida en Marte.