Posteriormente viaja por Europa, en giras de estudio y mejoramiento profesional.
Se radicó en París, Francia por 6 años.
[1][2][3][4][5] Su obra se caracteriza por la presencia de un vivo cromatismo y gran libertad en la composición, causando esto que él se autodefina como un expresionista lírico.
[1][3][5] Entre sus obras destacan: Barcos (1957); Puertos, (1957); Barcos y grúas, (1958); Bristoles, (1963); Sueño Verdugo, (1965);[6] Robos, (1967); Exhibiciones, (1967), Acumulaciones, (1970); Expediente de la Risa, (1977).
A Hugo Baptista se le han otorgado los premios: José Antonio Loreto Arismendi, (1958); Antonio Edmundo Monsanto, (1958); Arturo Michelena, (1959); Armando Reverón, (1959).