El hotel eléctrico

En los títulos de crédito aparece este rótulo: Posiblemente esta declaración era una frase propagandística, muy habitual en los primeros tiempos del cine para publicitar su producto.El año anterior, James Stuart Blackton había realizado la película El hotel encantado (The Haunted Hotel, 1907), que había obtenido un rotundo éxito comercial gracias a este procedimiento, por el que se animaban los objetos y cobraban vida propia.La casa Pathé, para la que en ese momento trabajaba Chomón, decidió hacer una versión propia con los mismos ingredientes, y se encargó al aragonés del proyecto.Chomón tuvo que trabajar meticulosamente para imitar y aun superar la película norteamericana, pues se mejoró la puesta en escena y añadió unos efectos de rayos dibujando sobre el propio fotograma.Un matrimonio de edad madura llega a un hotel en el que sólo trabaja un conserje, pues el edificio está totalmente automatizado: las maletas suben solas, los abrigos vuelan hasta las perchas, un cepillo cobra vida y peina a la señora, una brocha de afeitar embadurna las patillas al protagonista.
Parece que el cabello de Julienne Mathieu [ 1 ] ​ se peina solo y que el cepillo y el peine tienen vida propia. Es uno de los ejemplos más antiguos de resultado del paso de manivela.
El cortometraje.