De forma más concreta, la hoja de reclamaciones oficial es aquella aprobada por una administración pública en un formato determinado, imponiendo obligaciones a los establecimientos abiertos al público en cuanto a su tenencia y tramitación.
En ese caso, la reclamación remitida a la administración tendría un carácter de denuncia.
La administración competente recibe la hoja de reclamación y abre diligencias para comprobar la queja denunciada y puede mediar en el conflicto, incluso remitiendo a las partes implicadas a un procedimiento arbitral.
En el ámbito empresarial, también pueden acontecer conflictos entre consumidores y empresarios, siendo el tipo de reclamaciones muy diverso.
Estos son los sectores que disponen de alguna otra vía Administrativa competente para gestionar las reclamaciones: