El Hitotsume-kozō es un yokai de un solo ojo del folklore japonés.
Sin embargo, su característica más llamativa y distintiva es un solo ojo gigantesco en el centro de la cara.
Son criaturas relativamente benignas que suelen contentarse con correr asustando a los humanos o bien diciéndole a la gente ruidosa que estén en silencio (disfrutan el silencio).
A pesar de esto, mucha gente considera que un encuentro con un duende de un solo ojo como un mal presagio.
Por esta razón, los supersticiosos a veces dejan cestas de bambú frente a sus casas, pues se supone que eso los ahuyenta.