La expansión parta iniciada en el 167 a. C. había arrebatado territorios al reino grecobactriano además de conquistar Media y Atropatene, lo que permitió a Mitrídates I tener suficiente fuerza para conquistar Mesopotamia en el año 141 a. C. a Demetrio II Nicátor, que fue capturado en el 139 a. C..
Tras la muerte de Mitrídates I ocupó el trono su hijo Fraates II.
Su posición no duró mucho, pues el monarca seleúcida Antíoco VII Evergetes conquistó la región poco meses después.
Tras su victoria, Fraates nombró a Himero virrey de Mesopotamia[1] con el objetivo de controlar y organizar todos los recursos para la campaña que el rey tenía previsto emprender contras las tribus nómadas en la parte oriental del reino.
No sabemos si volvió al cargo o fue muerto durante este periodo.